“Maldita adolescencia postergada”, me comentó enfadada, una paciente de consulta, en una ocasión. “Como puede ser posible que, a mis 30 años, tenga acné por primera vez. En mi adolescencia nunca lo presenté. ¡mi piel era perfecta!”
Y sí… a pesar de que el acné es nuestra causa más frecuente de consulta, es muchas veces en extremo compleja de entender y de tratar.
A veces parece que nos libramos de ella, parece que por fin la superamos, estamos casi seguros de que nunca más volverá; y de repente… los granitos están ahí otra vez… amargándonos la existencia.
¿Por qué, si supuestamente el acné es una enfermedad de la adolescencia, éste puede volver en la adultez?
Existen, la verdad, múltiples causas, pero sin lugar a dudas, la causa más frecuente es su origen hormonal.
En este post, exploraremos las causas subyacentes, sus manifestaciones clínicas y las opciones de tratamiento disponibles sobre el acné de la mujer adulta.
Lo primero que debemos entender es que no estás sola. Según los últimos artículos científicos publicados, el acné afecta al 85% de la población mundial entre los 12-24 años y entre 12-54% de mujeres adultas.
Entonces…
Tabla de contenidos
¿Cuáles son las causas del acné de la mujer adulta?
Existe una mezcla de causas hormonales, genéticas y ambientales que inducen la persistencia de acné en la edad adulta.
¿Cuáles son los factores más importantes?
- Predisposición genética.
- Aumento de ciertas hormonas (tiroideas, prolactina o andrógenos) que aumentan la secreción de sebo por la piel.
- Alteración de la composición de grasas de la piel.
- Hiperqueratinización folicular (engrosamiento y endurecimiento de los puntos por donde crece el vello). Originan los comedones o también llamados puntos negros o blancos.
- Colonización bacteriana (P. acnes).
- Inflamación de las glándulas que producen el sebo en capas profundas de la piel.
¿Existen factores que pueden desencadenarlo?
Existen muchos factores que, combinados, pueden causar problemas:
- La exposición solar.
- El estrés.
- La obesidad.
- La dieta.
- El tabaquismo.
- Los trastornos del sueño.
- Los cosméticos.
- Los medicamentos.
- El lavado excesivo y agresivo de la piel.
- La resistencia bacteriana.
¿Cuál es el papel de las hormonas en este tipo de acné?
Es muy importante. Cerca del 90% de los casos de acné en la mujer adulta se deben a cambios a nivel hormonal, principalmente de las hormonas tiroideas, la prolactina y, especialmente importante: los andrógenos.
Los andrógenos estimulan el crecimiento de las glándulas sebáceas y la producción de sebo, además, producen testosterona y dihidrotestosterona de forma local, debido a que las enzimas que las convierten se vuelven hiperactivas.
¿Existe alguna pista que podría indicar acné de origen hormonal?
Este tipo de acné suele empeorar en el período premenstrual, la premenopausia, el embarazo, durante el uso de anticonceptivos de progestina sola y, con gran importancia, en el síndrome de ovario poliquístico.
¿Cómo se observa el acné de la mujer adulta?
Se suele presentar (no en todos los casos) como lesiones inflamatorias profundas, como nódulos o quistes, en la mandíbula, el cuello, la barbilla y la zona perioral. Estas lesiones tienden a ser más dolorosas y persistentes que el acné común.
Además, las mujeres pueden experimentar brotes relacionados con los ciclos menstruales, y puede dejar cicatrices y manchas oscuras en la piel.
¿Cuál sería el enfoque para su tratamiento?
El tratamiento se enfoca en: corregir los factores agravantes, corregir los desequilibrios hormonales y ambientales y, controlar los síntomas cutáneos.
Cuando se ha llegado a la certeza del origen hormonal de la enfermedad, los anticonceptivos orales combinados que contienen estrógeno y progestina pueden regular los niveles hormonales y reducir el acné.
Si estos no pueden ser utilizados, existen un grupo de medicamentos llamados antiandrógenos, que también pueden ayudar.
A esto, se debe complementar con el tratamiento a base de jabones, cremas y lociones; ideales para cada tipo de piel.
¿Existen algunos procedimientos dermatológicos que se pueden utilizar?
Existen ciertos tipos de terapias con láser, luz intensa pulsada (IPL), limpiezas faciales y peelings químicos, que pueden ser efectivos para reducir la inflamación y mejorar la apariencia de la piel. Todos ellos son meramente COMPLEMENTARIOS.
NINGUNO DE ELLOS, POR SI SOLOS CURAN EL ACNÉ.