¿Qué es el melasma? Causas y tratamiento
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Manchitas en el rostro.
No es nada.
No seas exagerada/o ¡Ni se notan!
Te aplicas un poco de maquillaje y listo.
Sencillo… ¿verdad?
Pues honestamente… No.
Múltiples estudios han documentado los efectos perjudiciales y psicológicamente devastadores del melasma en la calidad de vida. En varios de ellos, entre 65% y el 75% de los pacientes reportaron que no se encontraban satisfechos con la pigmentación de su cara todo o la mayor parte del tiempo.
El 57% reportó sentimiento de vergüenza, frustración y depresión en un 72% y finalmente que, hasta el 42% sostuvo que el melasma afectaba las relaciones interpersonales.
Entonces. No son simplemente “manchitas” como nos quieren hacer creer.
Es por ello que en este post, intentaremos desentrañar un poco de los secretos y las verdades de esta enfermedad, que tantos dolores de cabeza nos puede dar.
¡Acompáñame!
Entonces, vamos por el principio. La primera pregunta es importante:
¿Qué es el melasma?
Es una enfermedad común, crónica y recurrente, donde se depositan cantidades excesivas de pigmento melanina en la piel, que se produce sobre todo en mujeres (especialmente en edad reproductiva) aunque también puede presentarse en hombres.
Tranquila/o ¡No estas sola/o!
Aproximadamente el 1 % de la población mundial lo presenta, aunque esto puede aumentar en poblaciones de riesgo como la nuestra.
¿Cuál es la causa del melasma?
Es difícil dar una respuesta simple. Aunque hay factores que la predisponen, como por ejemplo: Influencias genéticas, la exposición al sol (por eso aparece en rostro y escote), sensibilidad a las hormonas (anticonceptivos orales), embarazo (paño del embarazo o cloasma) y, en algunos casos, medicamentos.
De todos ellos, la exposición a la luz solar y la luz visible, acompañados de los cambios hormonales en población de piel más oscura son posiblemente, los principales factores.
¿Y qué se produce en la piel?
En términos simples, las células que producen pigmento en nuestra piel, es decir los melanocitos, crecen y engordan. Esto puede llevar a que caigan a la dermis (capa media de la piel) y depositen aquí también su pigmento. Esto además produce mucha inflamación. Esto empeora cuando hay mayor fotoenvejecimiento.
Clínicamente, se presenta como parches irregulares, de color marrón claro a marrón grisáceo, en la piel expuesta al sol. Afecta la nariz, las mejillas, la zona del labio superior y el mentón. No suele dar síntomas.
Entonces, con todo lo expuesto: ¿Cómo diagnosticamos el melasma?
En primer lugar, debemos recalcar que únicamente el dermatólogo se encuentra entrenado para diagnosticar enfermedades de pigmento de la piel. ¡No toda mancha en la piel es melasma!
¡Cada mancha debe evaluarse y tratarse de forma individualizada!
En segundo lugar, tenemos distintos tipos de lámparas que nos ayudarán a saber si la mancha es superficial o profunda y si está inflamada o no para que, de esta forma, podamos saber que tipo de tratamiento aplicar.
¿Qué tratamientos podemos aplicar ante melasma diagnosticada?
Dependerá de la gravedad y la duración del melasma, los factores desencadenantes y de riesgo específicos, así como la voluntad por parte del paciente de adoptar medidas estrictas de protección solar.
Algo que me preguntan es si existe una única terapia para tratar el melasma. La respuesta es: No.
Existen varias pautas y formas de tratamiento, que generalmente involucran protección solar, aclaradores de la piel, exfoliantes, antioxidantes y procedimientos de rejuvenecimiento.
Sin embargo, la protección solar rigurosa es esencial.
Múltiples estudios sugieren el uso diario de un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de 50 o superior. Este debe aplicarse en una cantidad adecuada por la mañana con reaplicaciones cada dos o tres horas.
En esta misma cuestión, muchos me han preguntado, ¿qué tipo de protector solar es más recomendable?
Yo recomiendo los protectores solares MINERALES, ya que contienen sustancias (óxido de zinc y dióxido de titanio) que brindan un amplia protección contra los rayos ultravioleta, así como los protectores solares con OXIDO DE HIERRO que brindan una protección adicional frente a la luz visible.
En cuanto a cremas que podemos utilizar, es importante la evaluación del médico previamente, ya que algunos productos usados de forma desprolija pueden llevar a efectos secundarios graves.
Además podemos recurrir a los peeling químicos y a terapia láser, con pautas específicas para cada paciente.
Si presentas alguna sospecha de padecer melasma y necesitas ayuda para tratarla, puedes contactarme, con mucho gusto te ayudaré.
