Lunares en la piel ¿Qué es un lunar?
Tabla de contenidos
Los lunares en la piel son muy delicados
Visita siempre a un dermatólogo para que lo chequee
Como aprendimos en el post anterior, “lunar” es el nombre genérico de distintos tipos de lesiones cutáneas.
Por lo tanto, es conveniente definir en primer lugar, a qué lesión se le conoce con mayor frecuencia como lunar.
Los lunares “verdaderos” (por decirlo así), son también conocidos como nevus melanocíticos.
Éstos se encuentran formados por acúmulos de células que le dan pigmento a nuestra piel, conocidos como melanocitos.
Cuando estas células se agrupan en las capas profundas de la piel suelen ser sobreelevados y tener relieve, mientras que cuando se agrupan en las capas superficiales suelen ser planos.
Los nevus melanocíticos pueden ser congénitos o adquiridos.
Los nevos congénitos suelen estar presentes al nacer o aparecer dentro de los primeros meses de vida. En su mayoría son de tamaño pequeño o mediano y ser solitarios. Presentan un color marrón o negruzco, tienen bordes simétricos y a veces pueden presentar pelos en su superficie.
Una característica a tener en cuenta de estos nevos, es que pueden crecer de manera excesiva con el transcurso de los años y llegar a ser grandes o incluso gigantes (>60cm.)
A veces pueden erosionarse, indurarse o ulcerarse.
Los lunares en la piel ¿Pueden volverse cancerígenos?
No es muy frecuente, aunque hay una posibilidad en la infancia, sobre todo cuando son grandes.
¿Cómo prevenirlo?
Se necesita una evaluación constante del lunar en la piel o lesión para intentar pronosticar qué tamaño tendrán en la adultez.
Es importante el examen físico, la dermatoscopia y el registro fotográfico.
¿Cuál es su tratamiento?
Se puede observar, realizar cirugía o dermoabrasión en ciertos casos y bajo estricta vigilancia inclusive de las cicatrices.
Ahora hablemos de los nevos adquiridos o lunares en la piel que no tenemos desde el nacimiento
Pueden aparecer en el transcurso de la vida. Se originan de las mismas células de pigmento (melanocitos).
Estos nevos se clasifican de acuerdo a su apariencia y ubicación de estas células en la piel: comunes (banales), atípicos, halo nevus, nevos azules y nevos de Spitz.
¿Qué factores predisponen a su aparición?
- Herencia, con tendencia familiar a tener un gran número de lunares.
- Grado de exposición solar durante la infancia, especialmente cuando es intensa e intermitente.
- Tono de piel clara.
¿Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo?
Así es, incluso en mucosas, palmas, plantas o uñas (se observan como rayas marrones).
¿En qué edades es frecuente que aparezcan nevos comunes (banales)?
Comienzan a aparecer después de los primeros seis meses de vida, aumentan en número durante la niñez y la adolescencia, alcanzan un recuento máximo en la tercera década y luego algunos desaparecen lentamente con la edad.
¿Cómo saber si el nevo melanocítico (lunar) puede tener características comunes (banales)?
Los lunares en la piel comunes miden menos de 6 mm, tienen bordes netos y simétricos, así como colores únicos y uniformes.
¿Cuál es el tratamiento?
En general, este tipo de nevos no requieren extracción, a menos por supuesto, que el dermatólogo observara alguna característica atípica. Es importante realizar un chequeo completo de la piel cada año o cada 6 meses por técnica de dermatoscopia sobre todo cuando son numerosos.
¡No olvidar el uso de protector solar!
¿Qué características son sospechosas de nevos o lunares en la piel que sean “atípicos”?
Hay que siempre tomar en cuenta la asimetría, irregularidades en los bordes, muchos colores (no sólo tonos marrones) y diámetro >6 mm.
¿En qué edades es frecuente que aparezcan nevos atípicos?
Durante toda la vida, y sobre todo en sitios donde se ha recibido mucho sol y si no se ha utilizado el protector solar.
¿Qué otras características pueden tener los lunares en la piel?
Pueden tener un halo blanco alrededor, pueden tener una coloración azul, o tener forma de estrella.
En el tercer post, aprenderemos lo que no es un lunar (aunque pueden parecerlo).
¡No te lo pierdas!