¿Te gustaría saber cuál protector solar debes utilizar, cómo se clasifican y recomendaciones importantes antes de que te expongas al sol?
Si tu respuesta es si, entonces estas en el lugar correcto, acompáñame en este post y disfruta de su contenido hecho para ti; en la siguiente tabla encontrarás todo el contenido.
Tabla de contenidos
Antes de comenzar...
Esperamos verlo todos los días.
Sentimos su caricia a diario, aunque a veces se porta distante.
Cuando nos acompaña, nos llena de ánimo y energías positivas; aunque puede ser intenso a veces.
Podríamos llegar a cansarnos de él… pero lo necesitamos para sobrevivir.
No. No estoy hablando de tu ex.
Estoy hablando del sol.
La importancia de la radiación solar es determinante para la supervivencia de nuestro mundo. Sin ella, estaríamos perdidos. Eso lo sabemos todos.
Sin embargo, cuando nuestra piel es expuesta en exceso a ella sin una adecuada protección, las circunstancias cambian de forma radical.
En este post hablaremos a profundidad sobre los beneficios y las repercusiones que trae a nuestra salud cutánea el uso adecuado de protectores solares.
¡Acompáñame!
¿Realmente es importante y necesario proteger la piel de la radiación solar?
¡Por qué tanto escándalo!, dirían algunos. No hay cosa más deliciosa que tumbarse como foca en la arena calientita de la playa y dejar que la luz del sol nos broncee la piel hasta tener el tostado perfecto, ¿verdad?
¡Por supuesto que no!
Esa es la mentalidad que como dermatólogo estoy dispuesto a combatir.
Lamentablemente, las creencias sobre el exceso de exposición solar (sin nombrar las barbaridades que la gente se unta en la piel para obtener “mejores resultados” como: aceites de coco, bronceadores, coca cola, cerveza…) generan daños continuos en las células de nuestra piel que, a la larga, la debilita, la transforma y la destruye.
Conscientes de ello, intentamos pasarlo por alto porque, una quemadura solar “no es tan grave”. Me arderá la piel un poco, se tornará roja, se pelará, y ya está.
No podré sobrevivir sin el bronceado de temporada para subirlo a mis redes sociales.
No es gran cosa. No es que me queme todos los días, ¿verdad?
Lo cierto es que, contrario a lo que pudiéramos pensar, cada una de esas quemaduras (y bronceados) que nos hemos provocado desde niños, generan daños ¡ACUMULATIVOS! en nuestra piel.
Por supuesto, la piel (como la naturaleza) es sabia. Utiliza un complejo sistema de reparación para recuperarse.
Hasta cuando ya no puede más.
Ahí es cuando empiezan los problemas.
Entendamos cómo es la radiación solar y como incide en nuestra piel
La radiación ultravioleta (RUV) (290 a 400 nm) emitida por el sol es la responsable de varios efectos perjudiciales agudos y crónicos en la piel humana, que incluyen: quemaduras solares, fotoenvejecimiento y cáncer de piel (sin nombrar muchos otros).
La RUV tipo B, que representa solo el 5% de toda la radiación UV que llega a la superficie de la tierra, es la responsable de la mayoría de estas enfermedades.
La RUV tipo A, que es el otro 95% de radiación que llega a la tierra, también está involucrada, aunque en menor proporción. Sin embargo, esta está involucrada en los trastornos de hiperpigmentación, como el melasma.
Es cuando la protección solar juega un papel fundamental.
Por lo tanto, es importante utilizar esta información de manera responsable, para así evitar problemas que a futuro podamos lamentar
Entonces, vayamos por partes…
¿Qué es un protector solar?
Los protectores solares son preparaciones tópicas que contienen filtros que reflejan o absorben la radiación ultravioleta (UV).
Existen múltiples ingredientes activos como filtro solar. Estados Unidos, por ejemplo, aprobó 17 componentes activos.
¿Cómo se clasifican los protectores solares?
Se clasifican en protectores solares orgánicos (conocidos previamente como químicos) e inorgánicos (conocidos previamente como físicos).
Filtros orgánicos:
Son los más utilizados por la industria farmacéutica. La mayoría de protectores solares que normalmente compramos en el supermercado o la farmacia suelen ser combinaciones de distintos filtros orgánicos (llamados protectores solares de amplio espectro) con la finalidad de que puedan absorber la radiación ultravioleta B (UVB) y ultravioleta A (UVA).
Filtros inorgánicos:
Son compuestos minerales como el óxido de zinc y el dióxido de titanio que tienen como objetivo reflejar y dispersar la luz ultravioleta. Son compuestos muy estables, no suelen generar irritación y también son protectores solares de amplio espectro.
Un problema con este tipo es que pueden dejar una película blanquecina sobre la piel, que para muchas personas es inaceptable. Esto ha ido mejorando con los años y la ciencia ha hecho que sus partículas sean mucho más pequeñas para evitar esto.
Filtros solares con color:
Estos filtros contienen, además, una combinación de pigmento de dióxido de titanio y óxidos de hierro (amarillo, rojo y negro) para brindar protección de rangos de radiación más altos (incluida la UVA1 y luz visible). En el mercado están disponibles en distintas tonalidades.
¿Qué es el llamado Factor de protección solar o SPF+?
El factor de protección solar mide la capacidad del protector solar para protegernos contra una quemadura solar, principalmente debida a la RUVB.
Equivale a la relación entre la dosis mínima de radiación solar que puede producir enrojecimiento en la piel protegida con filtro solar en comparación con la piel sin protección.
Un protector solar con SPF 15, 30 y 50 absorberá el 93, 97 y 98 por ciento de la radiación, respectivamente.
Sin embargo, se considera que el aumento de factor de protección es lineal, por lo que, un protector solar con SPF de 30 es dos veces más protector que uno de 15, y un protector solar con SPF de 50 es dos veces más protector que uno de 30, y así sucesivamente.
¿Qué pasa con la RUVA?
Pues el SPF no mide adecuadamente la protección contra los rayos ultravioleta A, por lo que, de acuerdo con las regulaciones actuales, solo los productos que pasan la prueba para la protección contra los rayos UVA y UVB se etiquetan como de «amplio espectro».
Si tu protector no lo indica en la etiqueta, no es de amplio espectro.
¿Cuándo se considera un protector solar “resistente al sudor” o “resistente al agua”?
Se los considera si mantienen su SPF después de 40 u 80 minutos de nadar o sudar, respectivamente.
Además, deben aclararlo en la etiqueta.
¿Quién debe utilizar protector solar?
Todas las personas, independientemente de su color de piel.
¿Cómo seleccionar nuestro protector solar ideal?
Se recomienda la elección de productos de protección solar que tengan:
- Un factor de protección solar (FPS) de 30 o más
- Una cobertura de amplio espectro
- Resistencia al agua o al sudor.
¿Qué sucede con ciertas cremas cosméticas que indican en su etiqueta que, además, contienen protector solar?
Pues en su gran mayoría, contienen SPF de 15 o de 30 pero no suelen ser de amplio espectro (recordemos que lo debe indicar en la etiqueta). Se recomienda no sustituir los protectores solares por este tipo de productos, sobre todo si se van a realizar actividades al aire libre.
¿Qué tipo de formulaciones debería utilizar según mi tipo de piel?
Los protectores solares tipo loción o crema son emulsiones que normalmente también contienen glicerina o glicoles. Las lociones son más diluidas y menos grasosas que las cremas y, por lo general, se prefieren para su aplicación en pieles secas o en áreas grandes del cuerpo.
Los protectores tipo aerosol o gel, secan más rápidamente y dejan una sensación refrescante. Se los prefiere en pacientes con piel grasa o con tendencia al acné o en actividades deportivas al aire libre.
¿Qué tipo de protector solar debería utilizar mi bebé?
Para bebés y niños pequeños, la Academia Americana de Pediatría recomienda evitar el uso de estos productos en menores de seis meses. En estos casos, se recomienda el uso de ropa con protección solar. Si esto no es posible, se recomienda usar una mínima cantidad y solo en pequeñas áreas del cuerpo (cara y dorso de manos).
Es muy preocupante el poco uso de protección solar en niños. Algunos estudios han encontrado que solo el 34 % de los niños de 11 a 18 años usan protector solar y hasta 83 % tuvo al menos una quemadura solar durante el verano anterior.
¿Qué cantidad de protector solar me debería aplicar para que sea efectivo?
Es una pregunta importante. Lo más adecuado es que se apliquen generosamente y de manera eficaz.
¿Cuánto?
Al menos 30 ml para cubrir la piel expuesta al sol (lo que equivale a un shot de tequila, o 6 cucharitas de café)
Ahora imaginemos algo más. Como hemos dicho más arriba, la relación de protección solar con el SPF es casi lineal, por lo que, si aplicamos (generalmente) un tercio de lo recomendado, la protección solar también se reduce a un tercio.
Interesante, ¿verdad?
La solución: Aplicar protectores con SPF mayor a 30 (o en nuestras latitudes 50+) podría compensar esto.
También podemos utilizar la regla de la cucharadita:
- Una cucharadita para cara y cuello.
- Dos cucharaditas para la parte superior de pecho y espalda.
- Una cucharadita para cada extremidad superior.
- Dos cucharaditas para cada extremidad inferior.
¿Cuándo debo empezar a aplicarme protector solar?
Se debe aplicar de 15 a 30 minutos antes de la exposición solar.
Es necesaria una nueva aplicación al menos cada dos a tres horas.
En el próximo post, repasaremos algunos beneficios del uso regular del protector, así como otros datos interesantes para que tengas la película mucho más clara.
¡No te lo pierdas!
Muy interesante la información, gracias por los consejos que tanto nos sirven para la vida cotidiana y mucho más para tenerlo en cuenta si vivimos en lugares tan altos como Quito.
Muchas gracias por tu visita a mi blog Adriana, pronto tendremos nuevo contenido.
Thanks!