¿Lunares en la piel? Entremos en contexto
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Lunares en la piel.
Esta pequeño
Apenas y se ve
No creo que debas ir al médico...
No te preocupes
La verdad es que, si debes hacerlo
En un mundo globalizado como en el que vivimos, tendemos a simplificar las cosas:
Este tipo de pensamiento, ha llevado a que los seres humanos se comporten de manera mucho mas eficaz ante varias situaciones y han hecho que el mundo gire (metafóricamente) mucho más veloz.
Se logra mucho, si se hace rápido.
La pregunta es: ¿Esta conducta es saludable cuando se trata de medicina?
La respuesta para mí sería: NO.
Lamentablemente, cuando ingresamos al vasto mundo de las redes sociales y su super estructurada mercadotecnia, nos encontramos con anuncios como estos:
“Se retiran lunares de la piel”
“Se extraen lunares de la piel”
“Costo por extraer 1…3…5… mil lunares de la piel en una sesión: tantos (inserte aquí la moneda de su país)”
Fácil, rápido, económico y sin complicaciones, ¿verdad?
Pero la realidad es distinta. Ciertamente preocupante.
Según varios estudios, aproximadamente el 30% de todos los casos de cáncer de piel, fueron tratados alguna vez.
Desde las famosas “extracciones”, pasando por la manipulación con frío o calor, hasta peligrosas quemaduras con distinto tipo de ácidos.
La razón
La gran mayoría de estos pacientes acudieron (en el mejor de los casos) a médicos no entrenados en el arte de la dermatología para su tratamiento inicial.
Y esta realidad, en nuestros años de residencia, lo vemos a diario.
Entonces ¿Cuál es la causa de todo esto?
Se intenta generar un alivio de forma impetuosa, pero al mismo tiempo, se meten a todas las lesiones “en un mismo saco”.
Porque ante un ojo poco entrenado, muchas veces parecen lo mismo.
Nevos, lentigos, efélides, queratosis seborreicas, fibromas, quistes, hamartomas, verrugas, carcinomas, melanoma… a todo le llaman “lunar”.
Cada uno de estos nombres lleva un origen, una evolución y una consecuencia.
Entonces, ¿podríamos concluir que los dermatólogos nunca nos equivocamos?
Por supuesto que no; no mientras no seamos reemplazados por robots.
Lo que sí les puedo asegurar, es que nuestros años de entrenamiento y experiencia nos brinda las bases teóricas y prácticas para hacerlo lo mínimo posible.
La historia clínica, el examen físico, la dermatoscopia, la luz de Wood, las técnicas de patología con sus distintas tinciones, entre otros, son nuestras mayores aliadas al evaluar contra qué tipo de lesión nos estamos enfrentando.
¿Cuál es mi recomendación?
La evaluación dermatológica es crucial previo a la extracción de cualquier tipo de lesión.
No olviden que a veces la cura puede ser peor que la enfermedad.
En el siguiente post hablaremos un poco sobre cada una de ellas, y responderemos las preguntas más frecuentes que recibo en consulta sobre este tema
¡No te lo pierdas!